Las diferentes especies del Género Aphyosemion son, junto a los restantes killis, una demostración más de las maravillas de la naturaleza. Su capacidad de evolucionar adaptándose para que la especie subsista a pesar de la ausencia casi total de agua, los hacen únicos en el Reino Animal.
Además de Aphyosemion hay otros miembros de la familia que tienen aún más sofisticados métodos para que la especie subsista (como lo es el caso de Austrolebias (Cynolebias) y Nothobranchius). Éstos últimos los analizamos en otras páginas de esta misma web.
A esta familia de peces se los suele denominar –como una generalidad- peces anuales. Esto es así porque su ciclo vital se inicia con la llegada de la época de lluvias y finaliza con la estación seca. En el caso particular de Aphyosemion, en muchos casos los charcos y zanjones donde habitan naturalmente suelen permanecer con algunos centímetros de agua aún durante la estación seca, pero por las elevadas temperaturas que por momentos puede llegar a 113º F (magnificados por la escasa cantidad de agua), los peces mueren irremediablemente. Aún en el caso de que pudieran subsistir a la elevada temperatura, serían devorados por los pájaros, a quienes les resulta muy fácil capturarlos por la escasa cantidad de agua y el brillante colorido del pez. Finalmente si todos esos enemigos naturales no pueden acabar con ellos, la falta de alimento hace que la mayoría de los habitantes del charco terminen muriendo desnutridos.
A esta familia de peces se los suele denominar –como una generalidad- peces anuales. Esto es así porque su ciclo vital se inicia con la llegada de la época de lluvias y finaliza con la estación seca. En el caso particular de Aphyosemion, en muchos casos los charcos y zanjones donde habitan naturalmente suelen permanecer con algunos centímetros de agua aún durante la estación seca, pero por las elevadas temperaturas que por momentos puede llegar a 113º F (magnificados por la escasa cantidad de agua), los peces mueren irremediablemente. Aún en el caso de que pudieran subsistir a la elevada temperatura, serían devorados por los pájaros, a quienes les resulta muy fácil capturarlos por la escasa cantidad de agua y el brillante colorido del pez. Finalmente si todos esos enemigos naturales no pueden acabar con ellos, la falta de alimento hace que la mayoría de los habitantes del charco terminen muriendo desnutridos.
Aún en las peores condiciones, técnicamente es posible que subsistan algunos ejemplares, y esto hace que los Aphyosemion y otros Géneros similares sean considerados peces semianuales.
Si bien existen centenares de especies de (y permanentemente se descubren nuevas) en esta nota vamos a tomar como referente a Aphyosemion australe. Si optamos por éste y no otro es porque se trata de una especie que tiene una mayor difusión que otras especies. Por otro lado, excepto el comportamiento durante el desove, al que nos referimos más adelante, todo lo demás que se menciona en esta nota es aplicable a casi todas las especies. Puede haber una variación en las características del agua entre una especie y otra, datos que por lo general se obtienen fácilmente en la bibliografía especializada o de quien provea los peces.
A. australe (foto izquierda) es conocido también como “Cabo López”, por su lugar de origen ubicado en el Golfo de Guinea. Su hábitat lo constituyen pequeñas lagunas, charlos y zanjones próximos al litoral marítimo. En ellos existe una abundante vegetación flotante y restos vegetales que al disolverse en el agua aportan al agua ácidos orgánicos.
Esta combinación produce un tipo de agua poco común en acuarismo: ligeramente ácida, bastante blanda y con un buen porcentaje de sal.
Esta sal es provista por la bruma y los vientos provenientes del mar próximo, los que aportan la salinidad en forma constante. Al evaporarse los charcos por acción del elevado calor reinante, la salinidad aumenta puesto que las sales no se evaporan.


La forma de la boca de todos los miembros del Género, ubicada hacia arriba, nos indica que se trata de un pez que come en la superficie y por lo tanto debemos sacar como conclusión que se alimentan a base de insectos que pululan en la superficie, tales como los mosquitos. Siendo que la casi totalidad de los mosquitos desovan en aguas sombreadas, no nos caben dudas que Aphyosemion está siempre bien alimentado.
Y así debe ser, ya que su corto ciclo de vida no es de un año sino de unos pocos meses y en ese lapso deberá crecer, reproducirse y morir. Esta necesidad de nutrición hace que para alimentarse deban ser buenos saltarines a fin de capturar los mosquitos que vuelan en los alrededores de las aguas del charco.
Y así debe ser, ya que su corto ciclo de vida no es de un año sino de unos pocos meses y en ese lapso deberá crecer, reproducirse y morir. Esta necesidad de nutrición hace que para alimentarse deban ser buenos saltarines a fin de capturar los mosquitos que vuelan en los alrededores de las aguas del charco.

Algunas semanas después de haber sido depositados los huevos, los embriones se encuentran desarrollados y hasta es posible ver los ojos formados en el interior. Sin embargo pueden esperar en ese estado durante semanas y hasta meses a la espera del agua nueva y el tiempo fresco. (Los huevos de los peces que los entierran en el suelo pueden resistir un año o tal vez más y recién nacerán al producirse las lluvias).
Muchos huevos permanecen con el embrión formado y sin nacer, aún después de las primeras lluvias. Es un reaseguro ante lluvias pasajeras que inundarían el charco por pocos días para luego volver a disecarse provocando la extinción de la especie si todos nacieran a la vez. Siempre quedan huevos para una segunda lluvia. Y también para una tercera, y eventualmente para una cuarta.
Estos huevos tienen una cobertura bastante dura. Mucho más dura que los huevos de los que desovan en el fondo. Si al tomarlo con los dedos alguno se rompiera es porque se trata de huevos infértiles
Dimorfismo sexual.
